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DOMINGO
“Una parte de cada vida, y aún de cada vida insignificante,
transcurre en buscar las razones de ser,
los puntos de partida, las fuentes.”
“Memorias de Adriano”, Yourcenar Marguerite
Yo escribo aquí domingo o con la palabra domingo construyo de lo inexistente un amor real y esto que ya me es preferible guardármelo donde nadie jamás accedería si no fuera porque yo insisto tanto en decir mi domingo, y cómo no revolver el centro de la tierra si cogen esa palabra domingo y se la llevan a los garitos donde cualquiera ha dicho y oído la palabra domingo y la envuelven con la cerveza y la mezcla con dos o tres aceitunas y mi palabra domingo se encuentra moribunda y ya no tengo ni lunes ni semana para volver a esperar que una nueva palabra domingo me traiga las nubes azules y cuando el cielo y el aire entero se pongan grises es otra tonalidad de la palabra domingo, no, a mí no me es posible aceptar que con mi palabra domingo los maridos o no maridos jueguen sin ser lo suficientemente niños como para jugar a jugar.
MAOOTANぐらたん
Tengo heridas en los ojos y en los brazos porque estuve defendiendo mi domingo como lo que es y su odio y su deseo de aniquilar son de verdad asesinos y me tendré que defender guardando las palabras como domingo para que dejen de hacerme heridas en las manos y en la piel y pueda nombrar esas otras palabras amigas de mi domingo y mi domingo sé lo que es y no es su abominable réplica, tengo que partir desde esa adultez y fingir que he erradicado, yo también, todos los juegos.
29 de marzo de 2010
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